Hemc 38: La comida de mi pueblo: Tortilla de patatas, un bocado exquisito

Hoy la rica tortilla de patatas, por sencilla y común que nos parezca, es uno de esos platos que pueden ser maravillosos o que pueden ser un desastre. Yo he comido de las dos. Las mejores las que hace mi madre y una que comí en Santiago de Compostela y otra en Betanzos. Las peores muchas, muchas. Presumir de hacer una buena tortilla de patata es arriesgado ya que se puede meter la pata sin darse uno cuenta. Yo cuando a veces me preguntan digo que si se tiene prisa lo mejor es hacer unos huevos fritos con patatas fritas, que una tortilla, ya que para hacerla bien es preciso tiempo y cariño. De todas formas por algo será que ha sido escogido como el plato preferido de los españoles, pero digo yo será de esas buenas, no de las que no hay quien se la coma y de estas últimas hay muchas. Espero os guste. Cada uno tiene su forma de hacerla y esta es la mía, tal como la hace mi madre. Así que con ella participo en el evento de Hecho en mi Cocina nº 38 que tiene como anfitriona a Erika del blog La Ventolera; qué mejor plato para participar que esta popular tortilla, que se come en todos los rincones de España, en cada ciudad y en cada pueblo y tan ilustrativa del tema escogido por Erika: La comida de mi pueblo

TORTILLA DE PATATAS

Ingredientes para 6 personas
6 patatas medianas
1 cebolla grande
9 huevos
aceite
sal

Preparación: Pelar las patatas y la cebolla y trocearlas. Poner en una sartén con aceite y dejar que se hagan muy lentamente. (Las patatas junto con la cebolla deben pocharse en el aceite). Una vez hechas, escurrir el exceso de aceite y mezclar con los huevos batidos. Sazonar la mezcla de sal y cuajar la tortilla en una sartén por los dos lados de manera que quede bien hecha pero jugosa y apetitosamente dorada. Yo lo que hago es cuajar un poco todo, removiendo, volver a ponerlo en un bol, echarlo a la sartén con un poco de aceite de oliva, cuajar por un lado, volverla y cuajar y dorar por el otro.

Puede tomarse tanto recién hecha, como templada o incluso fría.

Se puede hacer sin cebolla o añadirle otros ingredientes como pimiento rojo, verde, jamón en daditos e incluso chorizo, pero ya serían otras versiones de la tortilla de patatas, que debe llevar siempre, al menos para mí, patata y cebolla, que le da un gusto exquisito y mucha jugosidad.

También es muy común añadirle calabacín.